Seguramente te hayas preguntado muchas veces cómo medir el bienestar empresarial. Y yo te lanzo otra pregunta: ¿tu empresa apuesta por el bienestar con convicción?

Co-fundador de AEBEM. Experto en desarrollo de negocio y de personas. Autor de La revolución individual (Plataforma Ed.)
El bienestar empresarial no puede quedarse en un discurso bonito. Pero para que tenga un impacto real en las personas y en los resultados, hay que medirlo de forma rigurosa. Porque lo que no se mide, no se gestiona… y lo que no se gestiona, se diluye.
Y, sobre todo, si no medimos, pensamos que es un GASTO y no vemos que es, al final, una INVERSIÓN. Y las empresas están para ganar dinero, no debemos olvidarlo.
Medir el bienestar no solo permite identificar puntos de mejora: también fortalece la cultura organizacional, anticipa riesgos psicosociales y mejora la toma de decisiones. En este artículo te damos herramientas prácticas para evaluar el bienestar de forma profesional y coherente con tu propósito.
¿Por qué es importante medir el bienestar empresarial (y qué pasa cuando no lo haces)?
El bienestar no es una percepción vaga. Es un indicador estratégico de salud organizacional. Medirlo permite tomar decisiones basadas en datos reales, no en intuiciones.
¿Qué pasa cuándo no se mide el bienestar?
- Las acciones de bienestar son aisladas y superficiales.
- Se pierde la confianza del equipo.
- El discurso se vuelve incoherente con la práctica.
- No se pueden demostrar resultados ni retorno, ergo se considera un GASTO.
¿Y qué pasa cuando se mide?
- Se mejoran los resultados y se demuestra que es una INVERSIÓN.
- Se priorizan acciones de impacto.
- Se alinea al liderazgo con la cultura deseada.
- Se mejora el clima laboral y la motivación.
- Se fortalece la reputación y marca empleadora.
Según un estudio de Wellhub, el 95 % de los líderes de RRHH que midieron el ROI de programas de bienestar reportaron resultados positivos. Casi dos tercios obtuvieron al menos 2 € de retorno por cada euro invertido

Cómo medir el bienestar empresarial: indicadores clave
Clima laboral y satisfacción
- Encuestas de percepción.
- Niveles de motivación, confianza y seguridad psicológica.
Rotación y retención
- Tasa de rotación voluntaria e involuntaria.
- Tiempo medio en el puesto.
- Razones de salida en entrevistas de salida.
Absentismo y salud
- Días de baja por causas emocionales o estrés.
- Frecuencia y duración de ausencias.
- Análisis cualitativo de causas (cuando se permite).
Sentimiento de pertenencia
- ¿Se sienten parte de la organización?
- ¿Participan activamente?
- ¿Recomendarían trabajar aquí?
Engagement y compromiso
- Nivel de implicación emocional con la empresa.
- Energía, entusiasmo, alineación con propósito.
Salud emocional y mental
- Percepción de carga laboral y estrés.
- Canales de apoyo disponibles.
- Estigmas percibidos o libertad para expresarse.
Cada empresa puede (y debería) definir sus propios indicadores.
Más allá de los estándares generales, lo más importante es que los indicadores reflejen lo que para esa organización significa bienestar. Una empresa industrial no medirá lo mismo que una startup.
Lo esencial es que lo que midas tenga sentido, se vincule a tu cultura y te permita actuar con coherencia.
Herramientas y métodos para evaluar el bienestar
Medir bienestar no implica grandes inversiones, pero sí claridad y estructura. Algunas herramientas:
- Encuestas internas: anónimas, bien diseñadas y periódicas.
- Focus group y entrevistas cualitativas: para escuchar lo que no dicen los datos.
- Análisis de datos internos: absentismo, rotación, participación en iniciativas.
- Tecnología de pulso organizacional: feedback en tiempo real.
- Diagnóstico AEBEM: una evaluación integral basada en las 10 palancas del bienestar.
Si quieres evaluar el bienestar de forma profunda y personalizada, descubre nuestro diagnóstico exclusivo para socios de AEBEM. Está diseñado para responsables de RRHH y directivos que buscan medir con sentido y tomar decisiones basadas en datos reales.
Consejos clave para una evaluación eficaz
- Alinea con liderazgo: que no sea un tema solo de RRHH.
- Garantiza privacidad: la confianza es esencial.
- Sé claro con el propósito: comunicar por qué se mide y qué se hará con los resultados.
- Cierra el ciclo: medir, interpretar, actuar y volver a medir.
- Sostenlo en el tiempo: no basta una sola medición al año.
Conclusión: medir es cuidar
Medir el bienestar no es controlar. Es escuchar de forma estructurada, y tomar decisiones que honren lo que la cultura necesita.
En AEBEM creemos que el bienestar no se improvisa.
Se diagnostica, se trabaja y se transforma con intención.